Al igual que ocurre con Brabus y AMG en Mercedes-Benz y Alpina con BMW, Lister Cars es la firma inglesa que se ha encargado desde hace más de 65 años de realizar las preparaciones más rápidas y radicales de los modelos de Jaguar. Este pequeño fabricante inglés se hizo muy conocido por el modelo Knobbly en la década de los 50 del pasado siglo, pues fue la reinterpretación del mítico Jaguar D-Type que participó en Le Mans.

A día de hoy, el último proyecto que ha comercializado Lister Cars es el superdeportivo Thunder. Éste modelo está desarrollado sobre la base del Jaguar F-Type, aunque para incrementar su atractivo a ojos de los clientes, ha mejorado en todo aquello que se podía pedir: potencia y comportamiento dinámico. Sin embargo, el Thunder ha cambiado de denominación comercial para pasar a llamarse LFT-666 y ofrecer, de paso nuevas chucherías.

Del Lister Thunder, ahora LFT-666, se han comercializado 99 unidades a un precio de 140 mil Libras Esterlinas. Gracias a que cuenta con un motor gasolina de 5.0 litros de cilindrada sobrealimentado y 8 cilindros en V, alcanza una potencia de 666 CV. Con este potencial, alcanza el 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 3,2 segundos junto a una velocidad máxima de 335 kilómetros por hora.

Según Lawrence Whittaker, CEO de Lister Cars

“Aunque no estamos afiliados directamente con Jaguar Land Rover, Lister Cars tiene una herencia de ajuste de Jaguar que data de hace 65 años. Nuestro nuevo Lister LFT-666 es el Lister más rápido y poderoso jamás creado. Estoy completamente orgulloso de lo que hemos logrado, y éste es solo el comienzo”

El siguiente modelo que están preparando es la versión más radical que jamás hayamos podido conocer del SUV F-Pace. Está previsto que tome por denominación comercial LFP así como un rendimiento mecánico similar al del LFT-666. Su producción estará limitada a sólo 250 unidades de las que se desconoce el precio final que tendrá. Por último, Whittaker ha mencionado que están deseosos de crear el primer Lister desde cero en su historia.

El intento más cercano en su historia por fabricar un vehículo propio fue el Storm de 1993. En ese momento emplearon para su desarrollo gran parte de piezas y tecnología del Jaguar XJR, como por ejemplo el motor gasolina V12 que le dio vida. Con él, compitieron en la categoría GT1 de Le Mans hasta finales de los 90. Habrá que ver la evolución de la marca, pero parece que a Jaguar le ha salido un aliado deportivo.