Vehículos robados y de importación ilegal
No es fácil
para un particular detectar si el coche que le están
vendiendo es de procedencia ilícita. Ante la más
mínima sospecha, se puede comprobar el origen de
un vehículo en las oficinas administrativas de
la Dirección General de Tráfico facilitando
su matrícula.
En España no es habitual que alguien intente vender
un vehículo robado. Las organizaciones delictivas
prefieren sustraerlos en nuestro país para venderlos,
con papeles falsificados, en otros países, especialmente
de Europa del Este.
Sí es más frecuente la venta de vehículos
importados ilegalmente eludiendo el pago de impuestos.
Las consecuencias para un cliente que adquiera un vehículo
robado son muy diferentes dependiendo de si conoce o ignora
la procedencia ilegal.
En el primer caso, incurre en una infracción penal
por complicidad, apropiación indebida o receptación,
según las circunstancias concretas.
En el segundo, queda a expensas del proceso judicial que
puede imponer a los culpables el pago de indemnizaciones
a los afectados por sus actividades delictivas.
En todo caso, el coche robado se devuelve a su dueño
legítimo. Cuando
el vehículo adquirido procede de importación
ilegal, es decir, ha eludido el pago de impuestos, se
establece la misma diferencia. Si el comprador conoce
la procedencia ilícita, los jueces suelen dictaminar
la concurrencia de culpa, compartiendo vendedor y comprador
las responsabilidades por el fraude fiscal.
Si el comprador desconoce
su procedencia no tiene responsabilidad penal, pero
queda a expensas del proceso judicial que se abre contra
los maquinadores del fraude.
Es frecuente que el juez dictamine una medida cautelar
por la que el vehículo no se puede transferir
hasta que se dicte sentencia. No obstante, puede circular
con él, ya que el vehículo es legal.
Si tiene alguna sospecha
sobre la procedencia del vehículo que le están
ofreciendo, puede comprobar su origen en las oficinas
administrativas de la Dirección General de Tráfico
facilitando su matrícula.
Si después de este trámite persisten sus
sospechas, ponga el caso en conocimiento de las fuerzas
de seguridad.
Medidas de
seguridad preventivas en contra del robo de vehículos
El "modus operandi"
de los ladrones de automóviles es tradicional
en la mayoría de las ocasiones: primero fuerzan
la puerta, después rompen el bloqueo del volante
y terminan haciendo un puente para arrancar el motor.
Sin embargo, la creciente incorporación de sistemas
electrónicos antirrobo, fundamentalmente inmovilizadores
y alarmas, ha complicado el trabajo a los "amigos"
de lo ajeno.
Pero no hay que descuidarse, porque también ellos
hacen uso de las nuevas tecnologías para cometer
sus fechorías.
Los hay incluso tan preparados que utilizan sofisticados
"chips" para seguir y localizar el vehículo
que quieren capturar, aprovechando el momento más
oportuno y seguro para sustraerlo.
Toda precaución es poca ante especialistas que
tardan menos tiempo en abrir la puerta de un coche que
su propietario con la llave.
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