Todos los camiones matriculados después del año 2000 deberán instalar retrovisores sin ángulo muerto, según un acuerdo alcanzado ayer por los ministros de Transportes de la Unión Europea, que tendrá que ser ratificado después por el Parlamento Europeo.

La normativa comunitaria ya obliga a todos los camiones de más de 3,5 toneladas que se fabriquen a partir de 2007 a incorporar sistemas de visión indirecta que supriman los ángulos muertos.
Así pues, la nueva norma afectará a la flota que actualmente circula por las carreteras europeas, estimada en unos 5 millones de camiones.
Estos espejos, con un coste que se sitúa entre los 100 y los 150 euros, pueden salvar 400 vidas al año en la UE, según el Ejecutivo comunitario.
Los plazos para instalar los nuevos retrovisores varían función de la edad de los camiones. La directiva contempla que los matriculados entre 2004 y 2007 tendrán un año más para incorporar este sistema, los registrados entre 2001 y 2004 tendrán dos años y aquellos que lo fueron entre 1998 y 2001 dispondrán de tres años.
La norma no se aplicará a los vehículos cuya corta esperanza de vida no justifique el gasto o a aquellos para los que el coste de instalación sea elevado.